El estreno de Indiana Jones fue tan costoso como decepcionante.
Darinel Pineda Alhucema | Reseñas de películas
Cuando hablamos de películas de gran presupuesto en la industria hollywoodense, los presupuestos superan cientos de millones de dólares.
Estas inversiones enormes, como en toda empresa, necesitan recuperarse. Debido a esto, para que una película sea considerada rentable, no solamente debe recuperar la inversión hecha, sino que debe multiplicar por cuatro su presupuesto, de otra forma, no se considera que haya tenido una buena taquilla.
Este es el caso de la última película de Indiana Jones, pues su presupuesto rodeó los trescientos millones de dólares, y hasta hace poco solo alcanzó el umbral de esos trescientos millones en recaudación, definitivamente no le ha ido bien en términos de taquilla.
¿Qué pudo haber pasado con Indiana Jones 5?
Factores Internos:
Como mencionaba antes, también existen factores internos y en este caso, por ejemplo, nos enfrentamos a una película que por ser blockbuster en su época ya tuvo cuatro películas, por consecuencia, ya tiene un público creado. Pero el público ya creado no siempre es fácil de mantener, pues para que el interés siga vivo, el espectador siempre va a estar exigiendo experiencias nuevas, aun dentro de la misma cinta.
¿No cambia la fórmula?
Desafortunadamente, este interés necesario no sucedió con “Indiana Jones y el Dial del Destino”, pues la película se arriesga poco al momento de reinventarse y trata de seguir la misma fórmula que siempre ha tenido el cine de acción y aventura.
Indiana Joses 5 maneja la misma fórmula de sus películas pasadas, incluso chistes y gags parecidos. Esto no necesariamente está mal, pues también es jugar con la nostalgia del espectador, sin embargo, cuando ya es casi calcada la intención de repetir la receta, llegar a volverse monótono.
No es una tarea fácil, para nada, es entendible que las grandes productoras busquen arriesgarse poco, especialmente cuando hay tanto dinero de por medio, así juega este mercado y es un trabajo y descubrimiento constante que los cineastas debemos analizar y aprender para siempre realizar el mejor trabajo posible.