La última entrega de Godzilla X Kong, "The New Empire" ¿Una película para apagar el cerebro?
Darinel Pineda Alhucema
En esta última entrega de Godzilla “Godzilla X Kong: The new empire”, Adam Wingard, nos demuestra que sabe lo que hace, pues desde las primeras imágenes de la cinta, nos entrega llamativas escenas de acción que envuelven por completo al espectador, tanto así que, por poco hace que su primer plano sea un golpe inmediato de King Kong contra los dinosaurios en aquella «tierra hueca”.
Para esta película, el director no se anda con rodeos, sabe que le gusta a su público y no pierde el tiempo ni entablando una relación empática entre los personajes, ni redactando un guion complejo y muchos menos, en tener una visión analítica de la historia, la gente espera batallas por doquier y eso es lo que entrega, nada más, por supuesto hay un pequeño argumento escrito para apoyar la lógica de la película, pero este solo funciona como eso, un apoyo para que las escenas de acción no se sientan gratuitas.
Sin embargo, a esta película le falta algo que sí es muy importante para su tipo: buenos efectos especiales, y es que es inevitable recordar que hace poco tuvimos una cinta de diez millones de dólares de presupuesto como ganadora del Óscar en efectos especiales y curiosamente con el mismo protagonista: Godzilla. En cambio, “The new empire” tuvo un presupuesto de doscientos millones de dólares y, aun así, los VFX hacen ver a la película como un videojuego, con un pequeño Kong que parece un muñeco y un Godzilla que se nota que ni siquiera está pisando el suelo.
«Apagar el cerebro»
compromiso con respecto a una obra.
¿Hay que apagar el cerebro para ver cine?
Como en todo arte, existen varios tipos de estilos y productos, desde los más elaborados, hasta los más sencillos y desde lo que más vende hasta lo que menos vende, es como la comida, existen los platos más costosos de restaurantes cinco estrellas cuyo comer es toda experiencia de sabores, y al mismo tiempo existe el perro caliente con tocineta que te comes en la esquina de tu casa, pues bien, sin ánimos de ofender, esta película es un perro caliente, y no me malinterpreten, los perros calientes son deliciosos, el problema está cuando es lo único que consumes.
¿Hay que apagar el cerebro para ver ciertos tipos de filmes? Quizás, es como cuando ves pornografía, te importa poco la historia o las malas actuaciones y adelantas el video a la acción. Esta cinta es un ejemplo perfecto de debate, de como funciona nuestra sociedad de consumo y de como hay directores lo suficientemente inteligentes para sacar una buena tajada en lo que es este difícil mundo del cine.